El deterioro social que sufrió la Argentina entre 1989 y 2001 requiere de una explicación teórica que eluda el atajo del sentido común académico. Durante ese período se ejecutaron las llamadas reformas estructurales que sólo pueden ser pensadas e interpretadas en el contexto de un cambio de régimen social de acumulación a escala nacional y el simultáneo advenimiento de una renovada expansión capitalista internacional. En este marco esta investigación sostiene que el crecimiento económico, la dinámica de reproducción social y los efectos en materia de pobreza y distribución del ingreso constituyen fenómenos estrechamente relacionados con el modo subordinado en que la formación social se inserta en la división internacional de trabajo.