Si Madge Macbeth saliera de su tumba y viera el aspecto actual de las islas que visitó a mediados de los años cincuenta del siglo pasado, se metería de nuevo en ella de cabeza. Hoy en día casi nada es lo que era hace medio siglo en Fuerteventura y Lanzarote. Este libro no es la típica guía de viajes con sus horarios de autobuses, tarifas de hotel, y visitas de interés. Lo que la autora ofrece al lector es su pasión por indagar en los sucesos del pasado y el presente de las islas; su aguda mirada, que descubre detalles del paisaje que para la mayoría pasan desapercibidos; y su sincero y entrañable interés por la gente que habita ese paisaje, ajeno del todo a esa mezcla de arrogancia y condescendencia a la que nos tienen acostumbrados los viajeros extranjeros que nos visitaron en el pasado.
La autora rubrica su libro con esta sugerencia: no vaya a las Canarias con la intención de conquistarlas. Vaya con la idea de dejarse conquistar . Esta frase define cabalmente su propia experiencia, y al igual que las islas la conquistaron a ella, ahora su libro conquistará al lector.
Prólogo, ¡Quién te ha visto y quién te ve!
Enrique Jiménez Fuentes
Lanzarote, paisaje lunar
Capítulo I. Primero los hechos.
Capítulo II. Ver es creer.
Capítulo III. Un cuadro de la erupción.
Capítulo IV. Grandes hitos y altas temperaturas.
Fuerteventura, isla de colores
Capítulo I. Béthencourt tenía razón: ¡Qué aventura!.
Capítulo II. Un encuentro con el bardino.
Capítulo III. Productos nativos y hospitalidad.